martes, 13 de abril de 2010

Margaritas

Margaritas salvajes
creciendo a su aire
en suelos abandonados
esperando ser hollados
por cucharones de acero
para recibir cimientos
de colosales gigantes
de ladrillos de colores

Seguro que cuando las viste
y las miraste, todo lo rápido
que fueres, confortadas se sintieron
y las "dejaste vestidas de hermosura"
como ya anunció un Juan, poeta.

Dices corriendo, no huyendo...
Aquel tesoro tan alabado
consumido apresurado
entre pasiones
vehemencias y violencias
en cuerpo y alma...

Sólo volver nos queda
como sueño de siesta
de despestar confuso
de gozos y lamentos

Vivimos, sí,con vestidos
desgastados que, nos exponen
a vientos racheaados
que no esperábamos,
y ya, al albur de calores
de propios, y brillantes fuegos
extraños de seres angelados
que avivan con dulce canto
la herida certeza de la existencia
de sinceros y nobles santimientos.

3 comentarios:

  1. Bueno Ruy, no creo que desaparezcan esas margaritas salvajes, tan rápido, por los cucharones de acero jaja
    En medio de la crisis, con los cientos de miles de pisos esperando por ser comprados y la feroz competencia entre las instituciones bancarias, dueñas de muchos, y los promotores privados por otro lado...creo que todavía estarán allá, cuando vuelva a San Juan jajajaja
    Vivimos con vestidos desgastados...pero con sueños enérgicos y corazón más abierto que antes, cuando los vestidos estaban nuevos.
    Y un pasado guardado en un cajón, sobre el cual nos podemos parar, y así más altos, vemos mejor jajaja
    Un besote inmenso

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  2. Ruy
    Ahora he sido yo la descontrolada, tu comentario salió repetido y por eliminar uno, borré los dos.

    Lo siento, si te apetece lo repites :(

    Un abrazo

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  3. El vestido, el alimento... ¡Cuantas cosas más nos apresan Ruy! tristemente aquellas que resultan más accesorias, son precisamente las que crean un "sinvivir"... cosas de la vida humana.

    Besitos volados ligeros de equipaje

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