jueves, 24 de octubre de 2013

Y...

Y  atardece
un día espléndido
El sol se mece
sobre el gris nublado
y sin más luz ni rayos
que  la que las  nubes
le permiten, se hunde
tras las oscuras
sombras de las sierras
y tras ellas se esconde

Y los barquitos pesqueros
ya todos están amarrados
aunque aún quedan trabajos;
preparativos  ajustados
a las faenas de mañana

Y un barco grande, de hierro
se aparta del muelle
maniobrando lentamente.
En su vientre grandes sacos
de un producto blanco
traído del interior en vehículos
de muchas ruedas.

Y tiene bandera francesa
Y su nombre , pintado en las amuras
se lee Braoubaddoud
si no me falla la memoria.

Y me entretengo unos minutos
hasta que enfila su destino.
Despacio hasta sobrepasar
el espigón rocoso
más deprisa luego.

Y no me preguntas.
Y no sé si estás cerca
Y no sé si estás lejos
Y no sé si te dueles
Y no sé si te quejas.

Y tú tampoco sabes
si estás, te vas o vienes.

Y... ¿qué? 


2 comentarios:

  1. Desde Madrid, te puedo imaginar sentado en el puerto, leyendo los nombres de los barcos y escuchando al mar, mientras escribes en el aire un bello poema
    Te envidio
    Besossssss

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    Respuestas
    1. Habrían sido leidos entre dos...
      Aunque no los nombraramos todos
      Aunque tus oidos atestados
      del cadencioso rumor de olas
      de otras playas
      se estremecieran por el estruendo
      de este mar contra las rocas

      Viele danken. Deu vos guard

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