Habia peensado dejarlo. Total no se atrevía a pensar que estaba haciendo algo bueno. La verdad es que estar un tiempo con ellos en nada les mejoraba su pasar la vida... La escena no es muy
gratificante... El salón aseado, grandes ventanales permiten a la intensa luz
mediterranea inundarlo de claridad... Se puede ver el mar, de azul, de gris, de verde claro...No parece que esto les importe mucho ... Unos están sentados en butacas, cómodas para el descanso...Ellos están cansados de estar sentados...Quieren moverse...Sus miembros no se lo permiten...En evitación de accidentes los tienen amarrados al asiento con anchos cinturones... Algunos, los más, se debaten
contra las ataduras, intentan deshacer los nudos... Los asistentes, pacientes, amables,
comprensivos y hasta tiernos tratan de
confortarlos... No es extraño
oír alguna imprecación malsonante... A nadie se le reprende.. pero la angustia del querer y no poder crispa sus rostros..Y el tiempo, el tiempo verdugo de su presente y ausente de su futuro, ayudado por el espacio limitado y la soledad acompañada de extraños silenciosos y
desconocidos ¿
Adónde encamina sus mentes?.
No sabe qué criterio se sigue para situar a los residentes en una planta o en otra . Le consta que en la tercera planta están los que
no coordinan en absoluto... Aunque algunos se mueven... no saben a donde quieren ir... Algunos parecen estar siempre dormidos... Algunos hablan constantemente y constantemente llaman a los asistentes recitando todos los nombres que les suscita su memoria correspondan o no a
los que llaman... Al que hoy se ve huraño, mañana se convierte en cariñoso a más no poder y reparte besos sonoros a sus compañeros y a quienquiera que se tropiece...Alguno vuelve
contínuamente al trozo de rutina que marcó su vida y enlaza frases y argumentos que tienen sentido... Mañana, pasado mañana y todos los días hace las mismas preguntas, se interesa por los resultados de sus consejos y reclama las mismas atenciones que siempre cree
inatendidas..
Niños, niñas de un colegio sin violencia donde el que aprende es el maestro que no tiene que preocuparse de que le presten atención...y que hasta se divierte con las ocurrencias de los que aún hablan, sabedor de la absoluta inocencia...
Niños y niñas agradecidos . Gestos suaves, delicados, amorosos.. parece que quieran dar todo lo que les resta a cambio de nada.No se sabe si viven... se sabe que no tardarán en irse..a pesar de cuidados...