martes, 6 de abril de 2010

Quip

...Había más, pero ella me llamó la atención más poderosamente. Destacaba sobre todas. Daba gloria mirarla.Noté su frescura y lozanía a medida que me acercaba. Me atraía sobre manera la excelencia que manifestaba . Su vestido de color anaranjado intenso, limpio, casi brillante y con
adornos de verde vivo oscuro que realzaban a modo de guirnalda su natural hermosura...¡¡ Qué estremecimiento a medida que me acercaba !! Perdí el miedo, me sentí atrevido, osado y ... fui, fuí a por ella sin miramiento alguno, pasara lo que pasara...!! Sorpresa ¡¡ . Tendí la mano y como que se refugió en ella.. se vino conmigo. No dio señales de resistencia. ¿ Estaba complacida? o, ¿ no podía evitarlo?.Tengo que reconocerlo, no anduve muy delicado . Sentí como que tenía derecho sobre ella, daba por descontado el poder de mi brazo, la penetración de mi mirada .. ¡¡"Mio Cid campeador"!! No indagué su origen, dí por descontado que era de mi pais...No le dije nada, imaginé que la expresión de complacencia que reflejaría mi cara, bastó para que me acompañara confiada...
Anduve callado durante el corto trayecto de la plaza donde la encontré, a mi casa, volviendo mis ojos hacia ella de vez en cuando, anticipando mentalmente los placeres que me esperaban...
Al llegar, la tomé en mis manos, las dos, abarcándola, apretándola, deslizándolas por su vestido,
extremando mi tacto...¡¡ Qué sensación de poder aplicado, y ... agradecido, consentido; cómo exalaba
sus aromas, perfumes que excitaban mi olfato y aturdían mis apetitos...Sí, sí, la besé, sentí que se lo debía, tenía que demostrarle mi admiración,mi agradecimiento por su disposición a complacerme tan graciosamente, provocaba la exteriorización de lo mejor de mí...
No puedo decir si me miraba, tampoco que me acariciaba... era yo, yo sólo que vertía mi entusiasmo en ella..... No quise descansar, no quise esperar, no pude vencer mis instintos ....Desesperado le arranqué su vestido, poco a poco, despacio, con cuidado de no arañar su piel,
recreándome en lo que iba descubriendo...Aparecía su carne, las venillas superficiales, su color rosado claro, casi transparente y... más , más aromas, que casi se podían paladear, su delicadeza,su terneza, me prevenían de extremar mis caricias. La contemplé desnuda un instante,
su redondez excitante, las marcadas sinuosidades de sus curvas pletóricas..Era mía, mía toda, entera, yo su dueño y señor, mía... y alevosamente le clavé el punzante cuchillo afilado en su carne tierna, adentro, hasta la empuñadura... y fue entonces, sólo entonces, cuando empezó a llorar, a llorar sin quejido, lágrimas ligeramente ácidas, que me apresuré a lamer con fruición,
antes que se perdieran sin calmar mi sed... y aún volví a herirla y ella a sangrar y yo a beber su sangre ya tan dulce...y ya, sin piedad a acabar, a cortar su carne tan tierna, tan jugosa y devorarla
con detenimiento, con recreo...Todo el placer gozado, tanto imaginado, cuan poco ha durado...
..Criminal atentado? Lo siento, me gustan mucho ... las naranjas.

2 comentarios:

  1. jajajaja!!!!!
    Mi admiración a sus pies, señor escritor jajaja
    Vaya viaje, me hiciste vivir.
    Primero de sensualidad extrema, después el horror se apoderó de mi piel de gallina y termino con una buena carcajada jajajajaja
    Espero que la hayas disfrutado, en su dulzura y jugo jajajaja!!!!!
    Besosssssssss

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  2. Bueno, bueno he pasado por varias fases.
    Al comenzar al leer intuía que había truco, por el vestido naranja y verde, pero pensé en una margarita.
    Al pasar a la escena sensual mi hipótesis anterior se derrumbó y pensé en un Ruy desconocido hasta ahora.
    El final escalofriante y sorprendente!!

    Muy bueno y muy buena la naranja.

    Abrazos.

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