Todas las lunas,
robadas,
y las estrellas
con ser muchas,
apagadas.
Adonde mirar?
Detiene el dedo
que señala
el camino
y la escalada.
Secciona la mano
que temblorosa
presiona
máquina diminuta
que modula ondas,
ecos de suspiros
estremecidos.
No sabe acallar
el acusador griterío
que destroza sus oídos
acusándole
de asimismo
haberse mentido.....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nunca están todas apagadas..sólo que a veces, nos cegamos
ResponderEliminarY si de perdones se trata,como no perdonarnos a nosotros mismos, si tantas veces en la vida, nos hemos crecido, perdonando a otros
Dile al griterío que salga de tus oídos, que tienes voces que te quieren, que buscan espacio para hablarte
Mándalos a limpiar los cascos de los barcos, así drenan las energías y se callan
Besosssss pon activa la diminuta!