lunes, 2 de noviembre de 2009

Peix

Robáronle la vista
de las estrellas
que, antes, a estas horas
gozaba de ellas
con solo levantar la cabeza
y hoy se obliga a localizarlas

Sólo el lucero del alba
avista pero más alto
y más solo en el firmamento

Cambiaron la hora
y hasta hoy no se dio cuenta
de que los luceros no se enteran
ellos están donde deben
sólo él está descolocado..

No quedan barcos en el puerto.
Se han cargado de marinos y se han ido
Dos meses ha que estaban amarrados,
afirmadas las estachas a los norays
de los muelles, ahora solitarios.

Vuelven ya a faenar
vuelven a madrugar
vuelven a navegar
vuelven a su mar

Se deslizarán las pesadas redes
"Bous" les llaman,
por las anchas popas
forradas de brillante acero
y se hundirán sujetadas
por malletes y cables
y se arrastrarán por los fondos
copando toda especie
de peces y mariscos

Ellos, volverán a sentir
sobre la curtida piel de su rostro
el azote blando de la brisa o del viento
Se comunicarán a gritos
se oirán recias voces
se oirán órdenes y súplicas enérgicas

La "corrida" tiene su tiempo
Se tienta la tensión de los cables..
es llegado el momento
de izar las redes a cubierta

Todas las miradas fijas, expectantes
el corazón ansioso , palpitante y la mente
trabajando la esperanza en la suerte
y en la pericia del mandante...

Es hora de duros trabajos
es hora de afirmar el equilibrio
es hora de clasificar
es hora de rentar
es hora de emparejar
es hora de hacer resaltar lo más hermoso
es hora de proteger lo alcanzado
bajo capas de hielo triturado...

Vuelven a casa alterados
se ha perdido un poco la rutina..
la pesca ha sido buena

Ahora ... Ahora sólo queda
lo que no está en sus manos alcanzar:
La justa recompensa de su faenar.
Otros juegan en su lugar
y tasan sin piedad ni miramientos
los frutos de su afán y del mar
sólo interesados en ganar,
asistiendo, sentados, cómodos
a las subastas informatizadas
y con solo pulsar un minúsculo
aparato electrónico, deciden
la calidad del pan que reciben.

1 comentario:

  1. ¡Qué lindo Ruy!
    Bello poema, los versos saben a sal y sudor marino.
    A vida grandiosamente simple, en un pueblo pesquero.
    Lastima de ese final, que como buen poeta, retrataste de la última realidad tan injusta.
    Un beso grande y linda semana.
    Gizz

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